Estoy embarazada!

Queridos lectores: Esta es una historia simple y real de una aventura de amor que comenzó un día cualquiera y que dio como fruto a nuevo ser. Espero que tengaís el deseo y la paciencia de seguirme en cada capítulo que os iré contando.

Natasha se encontró con su amiga Elly para tomar una copa helada y hablar de todo un poco. Era un verano más caliente que lo normal. Sin enterarse cómo estaban hablando de bebés. Mientras esperaban que su helado llegara, Natasha miraba de soslayo las copas que los demás clientes consumían ya. Una especie de repugnancia la tomó por sorpresa. Hace noches que se preguntaba si estaba embarazada, pero no quería enfrentarse directamente a la idea. No se atrevía a confesarselo a Elly. El helado estaba enfrente suyo, pero ya no podía siquiera mirarlo. Le preguntó a su amiga si sabía cuáles eran los síntomas del embarazo. Elly había estado embarazada y por razones desconocidas había perdido a su bebé. Cuando Elly le enumeró los síntomas ya no le quedaban dudas. Le faltaba la regla desde hace dos semanas, sus pechos estaban más tensos que de costumbre, por momentos le dolían. Ahora mismo, se sentía mareada y sabía que no podía disimular por mucho que lo intentara. Natasha dejó de hablar y comenzó a volar con sus pensamientos. Estaba segura de que su vida cambiaría de ahora en adelante, tenía ansiedad por ir corriendo a casa y contarselo a Martin, su esposo. Más tarde iría al médico y éste le confirmaría su embarazo. (Continuará…)

Así y de cualquier otra manera las mujeres nos enteramos que esperamos un hijo. Un coctel de sentimientos nos embarga, tanto si hemos deseado conscientemente o no este hijo. Desde ese momento la vida nos cambia para siempre, esa es la certeza que tenemos.

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