Diabetes durante el embarazo

La diabetes gestacional se presenta según las estadísticas de 3 a un 5% de todos los embarazos, a menudo revierte a la normalidad después del parto.  Sin embargo, más de la mitad de estas mujeres desarrollarán una diabetes no insulino dependiente en el curso de su vida.

Diabetis gestacional

Y es que el embarazo es una situación que de hecho favorece la aparición de diabetes, esto debido a la resistencia de las células a la acción de la insulina. Esta insulina, es una hormona secretada por el páncreas, su función principal es facilitar el paso de la glucosa al interior de las células, esto como utilización de combustible energético.

A la diabetes que aparece durante la evolución del embarazo, se le llama diabetes gestacional.

El diagnóstico de esta patología se da ante la presencia de niveles anormalmente altos de glucosa en sangre, tras varias pruebas que se le ralizan a la futura madre de determinación de la glucemia, se refiere a niveles de glucosa en sangre. Estas pruebas se practican a todas las embarazadas alrededor de las semanas 20-22 de gestación. Normalmente se controla con dieta y ejercicio físico, ya que en raras ocasiones precisa el tratamiento con insulina.

bebe macrosomico

Riesgos para el feto
Al existir en circulación más glucosa que pasa a travéz de la placenta al feto, se estimula la secrección de insulina fetal que es un importante factor de crecimiento. Si los bebés de estas madres no han seguido un adecuado control de la glucemia, son macrosómicos en el momento de nacer, lo que significa que es un bebé grande para su edad gestacional o cuyo peso al nacer es mayor o igual a 4.000 gramos, es decir, con un peso superior a 4 kilos.

Asimismo, la hiperglucemia que es el nivel de glucosa en sangre por encima de los parámetros normales, retrasa el proceso de maduración del feto, lo que hace que estos recién nacidos puedan ser más débiles.

El tratamiento consiste en dar un control estricto de la glucemia, con una dieta controlada en alimentos ricos en hidratos de carbono, entre ellos cereales, patatas, legumbres, fruta, miel, azúcar y otros alimentos azucarados, como también la ingesta de comidas debe fraccionarse en varias tomas, los intervalos entre las comidas no deben superar las tres y media horas, y el ayuno nocturno no debe ser mayor de 8 horas.

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