¿Qué nos enseñan los cuentos para niños?

Aunque los cuentos para niños son, como muchos dicen, eso, solo cuentos, tras cada palabra, dibujo, exclamación… se esconde la vida misma. Parece difícil de aceptar cuando en muchos de los relatos populares que nos contaban nuestros padres cuando éramos niños y que ahora leemos a nuestros hijos cuando se van a la cama aparecen lobos que hablan, alfombras que vuelan o habichuelas que se convierten en oro.

Sin embargo, pasamos por alto como los libros infantiles a través, eso sí de metáforas, personajes fantásticos y divertidos, nos hablan de la convivencia con otros diferentes a nosotros, de los sentimientos como la amistad y el amor, de la posibilidad de elegir, de valores contrapuestos, etc.

Los cuentos para niños, como su propio nombre indica, son para niños pero también nos ensañan mucho a los mayores. Consiguen que nos metamos en la piel de los personajes, ya sean o no protagonistas, viviendo aventuras arriesgadas y conociendo nuevos amigos, estimulando la imaginación de los más pequeños.

Pero, ¿a qué se debe su éxito? Probablemente a que nos muestran diferentes facetas de la vida que experimentamos o que conoceremos en un futuro, generando en nuestros hijos las ganas de crecer y de seguir leyendo, aprendiendo cosas nuevas.

El amor, el compromiso, la generosidad, el esfuerzo, la tolerancia y la gratitud son algunos de los valores que aparecen en los libros infantiles y que, poco a poco, nuestros hijos irán conociendo, teniendo la oportunidad de elegir entre la gran variedad de adjetivos aquellos que quieren que les acompañen en su vida: trabajador, alegre, sincero, tolerante, generoso…

Por todo ello, hemos llegado a la conclusión de lo importante que resulta para los peques de la casa leer cuentos, libros, historietas, cómics… todo vale con el objetivo de seguir creciendo en la vida, también a nivel intelectual y como personas.

Decimos a nivel intelectual porque los niños que leen con frecuencia son capaces de recordar alguna de las palabras nuevas que han leído, incluyéndolas en su nuevo vocabulario.

Como en todo, no podemos o no debemos obligarles a coger un libro y a que se pongan a leerlo, ya que de esta forma perderán el interés en lo que hacen. Debe salir de ellos. Es bueno que hagan de la lectura un hábito y si ven a los mayores sentados con un libro en la mano, ellos no dudarán en seguir sus pasos.

Ser el protagonista, el amigo del héroe o la princesa valiente. ¿Quién no ha soñado alguna vez con aparecer en esos cuentos para niños? Aunque parezca increíble, ya es una realidad y empresas como Hofmann han ido más allá y han creado una plataforma que nos ayudará a dar forma a ese cuento para nuestro hijo, totalmente personalizado con su foto y nombre.

Un buen incentivo, sin duda, para fomentar la lectura entre los pequeños.

 

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