La dosis mínima recomendada durante el embarazo es de 2.500 U.I. diarios y durante el período de lactancia de 4.300 U.I. diarios. Sin embargo la dosis máxima no debe superar las 8.000 U.I. en la mujer embarazada, debido al riesgo de producir efectos perjudiciales en el embrión y en el hígado, los síntomas de su carencia pueden estar asociados a ceguera nocturna, ceguera diurna intermitente, sequedad y engrosamiento de la córnea (xeroftalmia), mucosas resecas y deficiencia del sistema inmunológico.
Alimentos que contienen vitamina A
Donde encontramos más fuentes de contenido de vitamina A son: hígado, riñón, leche, manteca, crema de leche, yema de huevo, aceite de hígado de bacalao, y hortalizas ricas en beta-caroteno como: zanahoria, tomate, batata, brócoli y vegetales de hoja verde como la espinaca, entre otros.
Efectos perjudiciales que puede ocasionar
Entre los efectos perjudiciales que prodrían afectar el embrión se traducen en interrupciones del embarazo y anomalías congénitas como: malformaciones cranio-faciales (cara y cráneo) incluyen la falta o malformación del pabellón auricular, frente estrecha, nariz muy pequeña y ojos separados de la línea media.
También puede provocar anomalías cardíacas, alteraciones a nivel del sistema nervioso central y en el desarrollo del timo (órgano muy relacionado con la inmunidad de las personas). No se han demostrado estas alteraciones fetales con el uso tópico en forma de cremas para la piel ya que la absorción de vitamina A a ese nivel es muy escasa.
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