Importante saber y de tomar en cuenta que los primeros meses pueden llegar a ser un periodo crítico.
Porque se está formando la placenta, la cual, si las relaciones sexuales no se practican con la debida precausión, la placenta se puede lesionar y producir un aborto en algunas circunstancias muy concretas: alteraciones en la implantación de la placenta.
Entre los meses cuarto y octavo, se pueden tener relaciones sexuales sin problemas, no representa ningún tipo de peligro.
Ya en el noveno mes, hay que volver a estar pendientes, debido a que durante el coito puede haber penetración de bacterias, lo que daría pie a un proceso infeccioso.
La naturaleza es sabia pues durante el primer trimiestre, la mujer vive una disminución de su deseo sexual, algunas lo tienen durante otros meses del embarazo, esto es así, ya que durante el embarazo disminuyen los niveles de estrógenos, hormona sexual femenina. Claro que esta disminución no siempre es constante.
Y esta falta de interés frente al sexo en el primer trimestre, es debido también en parte por las náuseas, fatiga y dolores de cabeza, síntomas muy característicos de esa etapa. Superados los malestares, curiosamente, muchas mujeres sienten un inusual deseo por el sexo, y esto se explica por la mayor irrigación sanguínea en la pelvis y en los genitales.
Luego, al llegar al final del embarazo, las molestias se centran y son ocasionadas en el gran volumen del vientre y la concentración de la futura mamá en sí misma y en el bebé, lo que puede llevarla a dejar de lado a su pareja.
Continuamos: Que piensa la pareja con respecto a las relaciones sexuales durante el embarazo.