Cuando un padre no tiene mucha experiencia teniendo un bebé en los brazos se evidencia de manera muy rápida. Todo se da a conocer cuando lo agarra y no le sujeta correctamente la cabeza. Hay que decir que un niño, cuando apenas nace no tiene la suficiente fuerza para poder mantener el cuello estable. Por esa razón, hay que contenerlo para que esa parte del cuerpo haga la menor cantidad de movimiento posible. La cabeza del bebé es una de las partes más delicadas que tiene la fisonomía del mismo. Esto se acrecienta en los primeros meses de vida. Hay que tomar una serie de precauciones para que la misma no se deforme si se queda continuamente apoyada de un mismo lado. Por ésto, es importante moverlo cuando está durmiendo en la cuna en el caso de que pase muchas horas allí.
Los expertos en el cuidado de los bebés afirman que se los tiene que dejar durmiendo con la boca arriba. Esto se tiene que hacer para que no pase demasiado tiempo en la misma posición. Pero cuando el bebé está despierto se aconseja que se lo deje boca abajo, ya que ese es el mejor método para cuidar que nos e deforme la cabeza del bebé. Pero además, eso colaborará para que el niño pueda ejercitar sus músculos y poder empezar a conocer todo aquello que lo rodea.
Otra alternativa que se puede desarrollar en la vida de los bebés es que se lo acueste siempre de manera diferente dentro de la cama. Esto significa que un día esté ubicado en la cabecera de la misma, mientras que en otra ocasión se lo coloque en los pies de la cuna. Con esto se hará que el bebé esté siempre de una forma diferente.
