Continuación del relato «Deseamos un bebé»
En la sala de espera, mientras se mordía las uñas y golpeaba
reiterativamente el suelo con sus tacones, Lucia recordaba
las pautas que meses antes su médico de familia les había indicado.
Ambos debían seguir una dieta equilibrada, no era
recomendable que fumasen o bebiesen alcohol, ni
por su puesto tomasen drogas.
Era preferible que tuviesen relaciones sexuales los días
previos a la ovulación de Lucia, así evitaban que el
moco cervical obstaculizara la entrada de
espermatozoides por el cuello del útero.
Tampoco debían practicar el coito varias veces al día,
pues se reduciría el flujo de espermatozoides.
Esas palabras retumbaban en su cabeza cuando la enfermera
la devolvió a la realidad haciendola pasar a la consulta.
La chica se sentó temblorosa en la suave silla de cuero.
el doctor se percató de su nerviosismo y tras las presentaciones
pasaron al grano.
Ella le expuso todo lo acontecido y su necesidad de conocer
el funcionamiento de la fecundación in vitro.
Cómo en ese momento no estaba en condiciones de ser explorada
y de realizarse las pruebas pertinentes el médico le recomendó
que volviera a la semana siguiente.
Tras varias discusiones Carlos y ella decidieron que probarían
con la inseminación in vitro, así que el martes siguiente fueron
a la consulta del mismo médico con la esperanza de encontrar
una solución.
Lucia estaba muy nerviosa, las manos le temblaban hasta sentía
nauseas.
Carlos estaba a su lado, le cogía la mano para hacerle ver que estaba
dispuesto a apoyarla en todo. Había pedido la mañana libre en el trabajo
para poder acompañarla.
En mitad del reconocimiento y tras mucho observar la pantalla,
el médico levanta la mano que tenía sobre el monitor y se la
ofrece a Carlos: -Enhorabuena, ¡van a ser ustedes padres!
FIN
Hay ocasiones en que una mujer puede estar embarazada a pesar
de tener sus periodos normales. Son caso excepcionales y poco
comunes pero ha ocurrido que una mujer ha tenido dos o incluso
tres menstruaciones y al cuarto mes de embarazo es cuando
se ha enterado de su estado.
¡Siempre hay que estar alerta! Porque no todas las mujeres
somos iguales y no todas sufrimos los mismos síntomas.
