El baño en el bebé

El baño en el bebé

Cuando los bebés son recién nacidos, uno de los momentos más especiales y de completa unión entre estos pequeños seres humanos y sus progenitores es el del baño, una ocasión en la cual, además de cumplir con el primordial objetivo, que es la higiene y limpieza del niño, se logra vivir una situación en la que circula amor y armonía entre los padres y su hijo.Ahora bien, cuando resulta que el niño se ve afectado por alguna enfermedad o resfrío, es lógico que las madres, sobre todo las que son primerizas, incrementen al máximo los cuidados de su hijo. Esta “sobreprtección” muchas veces suele incluir la suspensión del baño, para que el niño no tome frío. Esto está completamente contraindicado por los especialistas, ya que un buen baño tibio hará que el bebé se sienta mejor, disminuyendo su malestar, lo que hará que vayan expulsando de a poco su enfermedad.

Mediante el baño, el recién nacido logrará eliminar los tóxicos de su cuerpo, y en el caso de las enfermedades respiratorias la humedad de un buena inmersión en el agua llegará a las vías respiratorias, permitiendo que las secreciones que la afectan puedan ser expulsadas con mayor facilidad. De esta manera, cada vez que el niño tosa podrá despedir la flema que lo está aquejando.

Hay que tener en cuenta muchos factores para realizar el baño de un bebé cuando éste se ve afectado por la gripe; uno de los principales es desarrollarlo antes del atardecer, que es el momento en el que suele bajar repentinamente la temperatura del ambiente. Al finalizar el baño, lo importante será abrigar bien al niño para prevenir recaídas en su enfermedad; lo mejor para arroparlo será contar con una cobija para cubrirlo y evitar que lo afecten las corrientes de aire, además de colocarle un gorrito para proteger su cabeza.

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