Natascha se levantó a las 9 de la mañana como de costumbre. Hizo un par de cosas en la casa. Esperaba ansiosa que llegara el día jueves porque para ese día tenía la visita al ginecólogo. Iría con Martín que estaba un poco escéptico sobre la llegada de un nuevo miembro a la familia. Por momentos se sentía contenta con la idea, por momentos se asustaba y descartaba totalmente la posibilidad. Quería creer que sus síntomas eran falsos, que se debían a otra cosa. Hizo unas cuantas tareas de la casa. Dieron las 11 de la mañana y se sintió tan cansada que abandonó la idea de cocinarse el almuerzo. Martín trabajaba hasta la tarde, así que no tenía importancia, comería cualquier cosa, se dijo ensimismada. Un extraño sopor la envolvió, no entendía por qué se sentía tan cansada, pero optó por recostarse en el sofá y allí mismo se quedó profundamente dormida.(continuará..)
El ensimismamiento y otros posibles síntomas físicos como náuseas, malestares y somnolencia indican que algo nuevo está pasando. Se sabe que desde el comienzo de la gestación hasta el final, la mujer atraviesa por una serie de modificaciones en relación a su cuerpo, que van acompañadas por manifestaciones psíquicas. Sobre la necesidad de dormir mucho más que lo habitual, la psicología ve correspondencia con una identificación de la madre con el feto. Ella es de alguna manera su hijo y necesita mucho de su propia madre. Muchas veces los cambios son difíciles de manejar.
