¿CACA EN EL ORINAL? ¡NOOO! (3)

ESCAPES Y RETROCESOS.-   A partir de ese momento no des importancia a sus escapes involuntarios, ya que cuanto menos presionado se sienta, más fácil le será controlarlos. Y tampoco sobrevalores sus retrocesos (puede que alguna vez vuelva a reclamarte el pañal), porque son temportales. Todos los niños pueden pasar por etapas en las que adquieren comportamientos de cuando eran más pequeños y, salvo en raras excepciones, tardan muy poco en abandonarlos, al comprobar que esas maneras de actuar propias de los bebés ya no les satisfacen.

AL AGUANTARSE, SE ESTRIÑE.-  A veces ocurre que el niño tiene tanto miedo a usar el orinal que, con tal de no hacerlo, se aguanta las ganas de hacer caca y él mismo se provoca estreñimiento. Esto empeora la situación, pues la defecación se vuelve cada vez más dolorosa y el pequeño se esfuerza aún más en contenerse. Para romper este círculo vicioso hay que llevar al niño al pediatra, para que le prescriba una dieta rica en fibra y, durante una temporada, un tratamiento a base de laxantes infantiles y/o enemas. Cuanto menos le cueste hacer caca, menos le asustará el orinal.

¡QUÉ CURIOSO!   Plastilina, barro, arena, arcilla, pintura de dedos… Los pedagogos y psicólogos infantiles están de acuerdo en que manosear estos materiales ayuda al niño a superar el miedo que le produce desprenderse de su caca. Enseñar a su muñeco a utilizar el orinal también le fortalece frente a su temor: el niño transmite al muñeco su tensión mientras le sienta en el orinal y así se libera de ella, lo que favorece su aprendizaje.

Raquel (Nhey)

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