Dentro de las fases más difíciles del crecimiento del niño, podemos ubicar a la dentición como una de las más dolorosas. A los seis o siete meses, es que se produce este hecho tan fundamental, a partir de que el niño comienza a babear y a sentir molestias en sus encías, a partir de la aparición de los primeros dientes. A pesar de que este proceso no se da de la misma forma en todos los bebés, y de que muchos pediatras aseguran que este hecho no debería significar ningún tipo de dolor para el niño, es muy posible que los pequeños sientan profundas molestias, frente a las cuales muchas veces las madres no saben cómo reaccionar.
Por eso mismo es que en el día de hoy les llevamos algunos consejos para tratar de la mejor manera las molestias del pequeño.
En primer lugar, debemos acudir al medico para descartar la posibilidad de que el dolor que sufre el bebé esté relacionado con alguna enfermedad; una vez que estemos realmente seguros de que las molestias son causadas por el hecho de estar cortando sus primeros dientecitos, podremos pasar a buscar nuevas formas de aliviar al niño.
Así, antes de recurrir a los analgésicos que se venden para contrarrestar este tipo de molestias en los niños, podemos recurrir a un excelente método, como lo es el mordillo. Estos se enfrían en la heladera, y es de esa forma como pueden llegar a provocar una especie de anestesia o adormecimiento en las zonas donde están saliendo los dientes, produciendo de esa manera un gran alivio.
Si este método no funciona, lo mejor será consultar con el pediatra de confianza.
