Es sabido que para un mejor desarrollo del niño, es muy importante la interacción constante con sus padres; de esta manera, es lógico que ellos busquen constantemente las mejores formas de poder “encontrarse” con su bebé, y de esta manera lograr que el pequeño desarrolle al máximo sus más importantes capacidades.
Así, la estimulación de la audición del niño puede llegar a traer más de un beneficio, produciendo entre otras cosas el que el pequeño logre hablar antes. De esta manera, utilizando el recurso de la voz, y llamando la atención del niño con distintas voces, tonos, canciones y risas, se logrará entre otras cosas el calmar y tranquilizar al pequeño. Ciertos estudios han revelado el hecho de que el bebé puede escuchar desde el útero materno, y la musicalidad de la voz de la madre genera un sentimiento de bienestar.
La estimulación del oído del niño consiste básicamente en hablarle al bebé, el presentarle distintos sonidos y describirle de qué se tratan. Lo más importante del proceso es categorizar cada uno de los sonidos para que de esa manera el pequeño vaya diferenciándolos y asociándolos con un objeto, una persona o una circunstancia. Lo que ayudará para esta categorización será la pronunciación exagerada y además la creación de un diálogo a partir de preguntas repetitivas.
Para lograr que esta estimulación se desarrolle de la mejor manera, cada una de las acciones de estimulación que realicemos debe estar asociada a los movimientos del cuerpo, la utilización de la boca y la lengua. Es fundamental que el niño observe a su madre para poder empezar a repetir cada uno de los sonidos que ella realiza.
