NO TIENE SENTIDO DEL PELIGRO (3)

Una vez que los niños aprenden a desplazarse solos, aunque aún no tienen un sentido claro del peligro, sí van intuyendo lo que puede ser arriesgado para ellos. Por eso, antes de escaparse de la habitación o de abrir un armario, mantienen un contacto visual con alguno de sus padres. Este contacto tiene una doble finalidad: por un lado, asegurarse de la presencia de ese adulto, de que está ahí para protegerle, y por otro, observar la reacción que le provoca su intención.

Los niños aprenden enseguida a interpretar el lenguaje no verbal de los padres y éste puede darles señales de desaprobación, enfado y miedo o, por el contrario, muestras de ánimo y aceptación.

A partir de ahora tu hijo, antes de hacer algo (sobre todo si es algo que se sale de su rutina habitual), te mirará para ver cómo reaccionas. Es el momento de incitarle a seguir o de vetar su intención.

Raquel (Nhey)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *