DE 0-1 AÑO.-
Llevarte al bebé a todos los sitios y pasar semanas enteras en las que ningún día transcurre igual que el anterior no es bueno. Resulta mucho más beneficioso para él que mantengas cierto orden en vuestras actividades cotidianes. Sin ser rígida, ya que el bebé en sus primeras semanas aún no es estable. Intenta alimentarle, pasearle, bañarle y acostarle siempre en la misma franja horaria. Para saber cómo empezar, anota durante unos días la hora a la que tu bebé se despierta. Usa ese dato como punto de partida para hacerte un esquema de la jornada, calculando las tomas a partir de ese momento. Con el tiempo él mismo irá adoptando una rutina que será más o menos fija. Hasta entonces, para ayudar a tu pequeño a habituarse a un ritmo regular, ten en cuenta las siguientes pautas:
Alimentación: El hambre será la primera causa de sus despertares, así que dale la toma en cuanto la reclame. Si esperas demasiado es probable que se dierma mientras come, por lo que tomará menos cantidad de la que debe y te pedirá antes la siguiente toma. Y esto romperá tu esquema.
Sueño: Acuéstale en cuanto empiece a dar las primeras muestras de cansancio (lloriquea, se frota los ojos, se rasca las orejas…). Así aprenderá a dormirse solo y asociará la cuna con el sueño. Si se duerme en tus brazos y luego le echas a la cuna, es fácil que se asuste cuando se despierte y vea que no está en el mismo lugar en el que se durmió. Y no aprenderá a dormirse sin ti.
Juego: Dedica un ratito a las caricias y el juego después de las tomas, pero no todo el tiempo que se mantenga despierto. Leí que una pediatra dijo: «Últimamente veo en mi consulta padres que se quejan de que sus bebés, de pocos meses, no logran dormir nada durante el día. Si analizo con detalle la situación, casi siempre se debe a que los padres están todo el tiempo encima de su hijo y no le ofrecen ninguna rutina. Si el iño no se duerme, lo entretienen con juegos. Y así el bebé no siente cansancio, se desvela del todo y después le cuesta más dormirse».
Raquel (Nhey)
